La provincia de Santa Fe atraviesa una nueva tensión en el frente educativo tras el paro provincial iniciado por los gremios docentes, que reclaman una actualización salarial acorde a la inflación acumulada del año y la recomposición de partidas para el funcionamiento escolar. La medida afecta tanto a las escuelas públicas como a los establecimientos privados con subvención estatal, y mantiene sin clases a miles de estudiantes del nivel inicial, primario y secundario.
La convocatoria al paro fue resuelta por la Asociación del Magisterio de Santa Fe (AMSAFE) y por el sindicato SADOP, que nuclea a los docentes de escuelas privadas. Según informaron las autoridades gremiales, la decisión se tomó luego de la última reunión paritaria, en la que no se alcanzó un punto de consenso sobre el incremento salarial propuesto por el Gobierno provincial.
Desde el Ejecutivo santafesino, funcionarios del área de Educación señalaron que el margen fiscal actual es “muy acotado”, pero ratificaron la voluntad de encontrar una solución consensuada. Afirmaron además que la propuesta salarial incluye una actualización escalonada que busca equilibrar la recomposición docente con la sostenibilidad presupuestaria del sistema educativo provincial.
Los gremios, por su parte, sostienen que el salario docente perdió poder adquisitivo en los últimos meses y que cualquier oferta que no iguale el ritmo de la inflación resulta insuficiente. También reclaman mejoras en infraestructura escolar, ampliación de los cupos de comedores y un esquema de financiamiento que garantice previsibilidad para el año próximo.
El conflicto se desarrolla mientras la actividad educativa ya venía atravesada por demoras en la entrega de materiales, dificultades administrativas y un incremento de licencias vinculadas al desgaste laboral. Directivos de distintos establecimientos manifestaron preocupación por la continuidad pedagógica, especialmente en el tramo final del calendario escolar.
En paralelo, asociaciones de padres emitieron comunicados reclamando un acuerdo “urgente y sostenible” que permita recuperar las clases y evite un conflicto prolongado. Si bien muchas familias apoyan el reclamo salarial, advierten que la interrupción reiterada de actividades impacta en el rendimiento y en la organización cotidiana, especialmente en hogares donde ambos adultos trabajan.
El Ministerio de Educación confirmó que la mesa paritaria continuará abierta esta semana, con la expectativa de que las partes acerquen posiciones. En caso de no haber avances, los gremios no descartan profundizar el plan de lucha con nuevas medidas de fuerza.
El desenlace del conflicto será clave para el cierre del ciclo lectivo y para el clima con el que la provincia encare el inicio del próximo año escolar. Además, el resultado de la negociación podría influir en otras jurisdicciones que atraviesan discusiones similares, en un contexto de tensiones presupuestarias y demandas crecientes del sector educativo.
Octavio Chaparro
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