Los sindicatos que representan al personal aeronáutico anunciaron en las últimas horas un paro nacional de 48 horas luego de que se rompieran las negociaciones salariales con las principales compañías del sector. La medida, comunicada tras un plenario de delegados, impactará de manera directa en vuelos de cabotaje e internacionales, así como en las operaciones terrestres de los principales aeropuertos del país.
Según fuentes gremiales, el conflicto se intensificó tras la última reunión paritaria, en la que las partes no lograron acordar una recomposición acorde a la inflación acumulada y a las nuevas pautas de productividad que las empresas buscan implementar. La falta de avances motivó el llamado al paro, que será acompañado por movilizaciones y asambleas informativas en distintos aeropuertos.
Empresas aerocomerciales señalaron que la propuesta presentada incluía una mejora salarial escalonada y actualizaciones trimestrales, pero los gremios sostienen que los porcentajes están por debajo de las proyecciones de inflación y que no contemplan la pérdida del poder adquisitivo acumulado durante el último semestre.
Además de los reclamos salariales, los sindicatos denunciaron modificaciones operativas en roles y cargas de trabajo que —según afirman— no fueron discutidas en las instancias formales de negociación colectiva. Advirtieron que dichos cambios impactarían en la seguridad operativa y en la estabilidad del personal técnico y de tierra.
La Asociación del Personal Aeronáutico, uno de los gremios más representativos, sostuvo que el paro busca “proteger condiciones laborales esenciales” y que la medida de fuerza será levantada únicamente si las empresas recomponen la propuesta salarial y retiran las modificaciones organizativas planteadas. Las autoridades sindicales afirmaron que continuarán abiertas al diálogo siempre que exista una propuesta superadora.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Trabajo confirmaron que convocarán a una nueva audiencia para intentar desactivar la medida de fuerza, dado que el impacto en pasajeros y operaciones podría ser significativo en plena temporada alta. Las aerolíneas ya comenzaron a elaborar planes de reprogramación, aunque advirtieron que la afectación será inevitable si no se alcanza un acuerdo en las próximas horas.
Los aeropuertos de Ezeiza, Aeroparque y Córdoba serían los más afectados por el paro, ya que concentran la mayor cantidad de operaciones diarias. Autoridades aeroportuarias advirtieron que la medida podría generar demoras extendidas, saturación en los puntos de control y cancelaciones masivas en vuelos de corto y largo alcance.
En paralelo, representantes del sector privado expresaron preocupación por el impacto económico de la medida, ya que la actividad aerocomercial se encuentra en un proceso de recuperación tras meses de caída de demanda y restricciones. Estiman que un paro prolongado podría generar pérdidas millonarias, afectar la llegada de turistas y complicar la logística de transporte urgente.
Especialistas del sector señalan que el conflicto refleja tensiones acumuladas entre empresas y trabajadores en un contexto de cambios globales en la industria aérea, donde la eficiencia operativa, la digitalización y la reducción de costos han generado fricciones en distintos países. En Argentina, estas discusiones se combinan con un escenario de alta inflación y renegociaciones contractuales constantes.
El resultado de las próximas audiencias será clave para determinar si el paro finalmente se concreta o si las partes logran un acuerdo de último momento. Un desenlace favorable evitaría complicaciones masivas para decenas de miles de pasajeros, mientras que un fracaso en las negociaciones ampliaría la escala del conflicto y podría derivar en nuevas medidas durante las semanas siguientes.
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