La detención del principal sospechoso por el abuso sexual de una mujer de 75 años en la ciudad de Córdoba cerró, al menos en términos policiales, dos días de intensa búsqueda y conmoción vecinal. El hombre fue localizado en la vía pública, en inmediaciones de la avenida General Álvarez de Arenales, en barrio Juniors, luego de que un vecino lo reconociera por una fotografía que se había difundido en redes sociales tras la denuncia de la víctima.

De acuerdo con la reconstrucción inicial, el ataque ocurrió el jueves por la mañana en un departamento de barrio General Paz, una zona densamente poblada y de intenso movimiento comercial. La víctima se encontraba sola cuando fue sorprendida dentro de su vivienda. Los gritos de auxilio alertaron a otros residentes del edificio, que de inmediato se comunicaron con los servicios de emergencia y permitieron el despliegue de las primeras patrullas policiales en el lugar.

Según el relato de los vecinos, el agresor intentó escapar por los sectores comunes del edificio y luego por los techos de las propiedades linderas, aprovechando la compleja trama de patios internos y terrazas de la zona. En medio de la huida, uno de los testigos logró capturar con su teléfono móvil una imagen clara del rostro del sospechoso. Esa fotografía comenzó a circular rápidamente por aplicaciones de mensajería y plataformas sociales, convirtiéndose en una pieza clave para su posterior identificación.

La policía montó desde entonces un operativo de búsqueda que combinó patrullajes en superficie, análisis de cámaras de seguridad y recopilación de testimonios de vecinos y comerciantes. La difusión de la imagen en redes sumó además un componente comunitario: numerosos residentes se organizaron para compartir datos, registrar movimientos inusuales y alertar al 911 ante cualquier posible pista, en coordinación con las fuerzas de seguridad provinciales.

La mañana del sábado se produjo el giro decisivo. Un vecino de barrio Juniors, que había visto la fotografía del presunto agresor, creyó reconocerlo caminando por la zona. De inmediato se comunicó con la línea de emergencias y aportó una descripción detallada de la vestimenta y de la dirección en la que se desplazaba. Con esa información, varias unidades se desplazaron al lugar y lograron interceptar al sospechoso en la vía pública, donde finalmente fue reducido y trasladado a una dependencia policial.

Tras el arresto, el hombre quedó a disposición de la Justicia provincial, que deberá avanzar ahora con la toma de declaraciones, peritajes y reconocimiento formal por parte de la víctima. La investigación se encuentra en manos de unidades especializadas en delitos contra la integridad sexual, que trabajan bajo estricta reserva para proteger la identidad y la intimidad de la mujer agredida, en línea con los protocolos vigentes para este tipo de casos.

La víctima, en tanto, fue asistida en primera instancia por personal sanitario y luego derivada al sistema de atención integral para personas en situación de violencia de género, donde recibió acompañamiento psicológico, contención social y orientación legal. En Córdoba, el Polo Integral de la Mujer y las unidades judiciales especializadas funcionan como puerta de entrada a una red de dispositivos que brindan apoyo a mujeres que atraviesan situaciones de violencia, incluyendo la posibilidad de radicar denuncias, acceder a refugios temporales y recibir seguimiento profesional las 24 horas del día.

Desde el entorno vecinal destacaron el rol de la comunidad en el avance de la causa. La rápida reacción ante los gritos de la víctima, la decisión de registrar la imagen del sospechoso y la colaboración posterior para difundirla y aportar datos concretos al sistema de emergencias fueron elementos determinantes para evitar que el hombre permaneciera prófugo por más tiempo. Para los investigadores, este tipo de participación ciudadana, encuadrada en los canales formales de denuncia, puede marcar la diferencia en la resolución de delitos graves.

Especialistas en violencia de género remarcan, sin embargo, que la detención del presunto agresor es solo un primer paso y que el eje debe mantenerse en la protección integral de la víctima. Esto incluye medidas de seguridad, acompañamiento psicológico sostenido y seguimiento judicial, de modo que la mujer y su entorno inmediato no vuelvan a quedar expuestos a situaciones de riesgo. También destacan la importancia de que el caso avance con perspectiva de derechos, evitando la revictimización en cada instancia del proceso penal.

El episodio reavivó el debate sobre la seguridad en los edificios de vivienda y la necesidad de fortalecer mecanismos de prevención, como el control de accesos, la mejora de la iluminación en espacios comunes y la coordinación con los centros de atención a víctimas. Organizaciones locales que trabajan en la temática subrayan que, frente a delitos de esta naturaleza, la respuesta estatal debe combinar una justicia ágil y efectiva con políticas públicas sostenidas para prevenir la violencia sexual y promover entornos urbanos más seguros para las personas mayores.

Mientras la investigación judicial avanza, el caso permanece bajo estricta reserva y se aguardan nuevas medidas de prueba, entre ellas pericias forenses y análisis de cámaras de seguridad de la zona. El objetivo de las autoridades es reconstruir con precisión la secuencia de los hechos, determinar posibles agravantes y garantizar que el proceso se desarrolle con todas las garantías legales, tanto para la víctima como para el imputado, en el marco del sistema de justicia penal argentino.

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