La tensión salarial en el sector público y de empresas estatales sumó un nuevo capítulo con la declaración de emergencia salarial por parte de la Asociación de Empleados de Casinos. El gremio que representa a las y los trabajadores de casinos bonaerenses decidió formalizar esa medida tras evaluar el deterioro de los ingresos, el impacto de la inflación y la falta de respuestas concretas del gobierno provincial a una serie de reclamos que se arrastran desde hace meses.
Según explicó la conducción sindical, la combinación de paritarias incumplidas, pérdida de poder adquisitivo y aumento del costo de vida llevó a muchas familias del sector a recurrir al pluriempleo para sostener sus gastos básicos. En ese contexto, la declaración de emergencia salarial busca enviar una señal política fuerte a las autoridades provinciales y abrir una instancia de negociación que permita recomponer los sueldos y ordenar la situación laboral en la actividad.
Entre los puntos centrales del planteo gremial aparece el pedido de cumplimiento efectivo de los acuerdos paritarios ya firmados y aún no aplicados en su totalidad. La organización sostiene que los incrementos anunciados en las últimas rondas de negociación no se trasladaron de forma plena al recibo de sueldo y que, mientras tanto, la inflación continuó erosionando el salario real. La diferencia entre lo firmado en las actas paritarias y lo que finalmente perciben las y los trabajadores es uno de los ejes de la queja.
El sindicato también reclama avances concretos en los compromisos asumidos en materia de estabilidad laboral. Entre ellos, el pase a planta permanente de personal que hoy se desempeña en condiciones de mayor precariedad y la convocatoria a una mesa técnica para avanzar en un Convenio Colectivo de Trabajo específico para el sector. Para la conducción gremial, la ausencia de esa negociación limita la posibilidad de ordenar funciones, escalas y categorías de manera transparente y consensuada.
Otro de los reclamos de mayor peso es la aplicación plena del pago doble de los domingos trabajados, tal como lo establece la normativa vigente para la actividad. Desde la Asociación de Empleados de Casinos señalan que se trata de un derecho reconocido que, sin embargo, no se respeta de forma homogénea en todas las salas ni en la totalidad de los turnos. El pedido apunta tanto a la corrección de las liquidaciones futuras como al reconocimiento de las diferencias acumuladas.
La discusión sobre las condiciones de trabajo incluye, además, la demanda de equiparación de categorías para jefes y jefas de control de valores, el reconocimiento de la tarea nocturna y de la rotación horaria, y un tratamiento particular para quienes se desempeñan en mesas, máquinas y cajas. El gremio sostiene que estas funciones implican niveles de responsabilidad y exposición que deberían reflejarse con mayor claridad en la escala salarial y en los adicionales que perciben las y los trabajadores.
En paralelo al reclamo estrictamente salarial, la organización sindical encendió una señal de alarma sobre la situación de la cobertura de salud. Según denunciaron sus dirigentes, la obra social provincial atraviesa un cuadro que consideran crítico, con demoras en autorizaciones, suspensión de prestaciones y dificultades para sostener convenios con prestadores. La preocupación es especialmente marcada en ciudades como Mar del Plata, donde el sindicato sostiene policonsultorios que hoy funcionan como un sostén clave para afiliados y sus familias.
La Asociación de Empleados de Casinos advierte que la deuda acumulada de la obra social con estos centros de salud amenaza la continuidad de servicios esenciales y agrava la incertidumbre de quienes requieren tratamientos o controles médicos. En ese marco, el gremio reclama que la Provincia intervenga para normalizar pagos, garantizar la cobertura y asegurar que las y los trabajadores no tengan que recurrir a endeudamiento o gastos extraordinarios para atender problemas de salud.
El comunicado difundido por la conducción gremial destaca también el impacto de la recesión en la actividad y el efecto de la caída del poder adquisitivo sobre el consumo local. Según el diagnóstico sindical, la reducción de ingresos no sólo afecta la vida cotidiana de los empleados de casinos, sino que repercute en el comercio y los servicios de las ciudades donde se encuentran las salas, configurando un círculo de retracción económica que presiona sobre el empleo.
En el plano político, la declaración de emergencia salarial es leída como un mensaje dirigido al Ejecutivo bonaerense en un momento en el que se discute la hoja de ruta presupuestaria y el alcance de las políticas de ajuste. El gremio sostiene que fue prudente durante el calendario electoral y que acompañó los tiempos legislativos que el Gobierno planteó para sus reformas, pero considera que esa actitud no tuvo como respuesta una agenda concreta para atender la situación de los trabajadores del sector.
A partir de esta definición, la Asociación de Empleados de Casinos anticipó que buscará una mesa de diálogo formal con las autoridades provinciales para abordar, en una misma discusión, tanto la recomposición salarial como los problemas vinculados a la obra social y a las condiciones de trabajo. Al mismo tiempo, dejó abierta la posibilidad de escalar las medidas de fuerza si no se registran avances significativos en un plazo razonable, aunque insistió en que la prioridad es encontrar una solución negociada.
La evolución de este conflicto será seguida con atención por otros gremios estatales y de la administración pública provincial, que también vienen planteando reclamos por retrasos salariales, pérdida de poder adquisitivo y problemas de financiamiento en sus sistemas de salud. En un escenario de fuerte tensión económica y social, los movimientos del Ejecutivo y la respuesta que brinde a las demandas de los trabajadores de casinos pueden convertirse en un termómetro del clima laboral de las próximas semanas.