Los relevamientos privados de precios registraron una desaceleración en la inflación semanal, atribuida principalmente a la caída en los valores de alimentos básicos como frutas, verduras y algunos lácteos. Esta baja aportó un alivio relativo en el índice general, que venía mostrando incrementos constantes durante las últimas semanas. Sin embargo, especialistas advierten que este comportamiento podría ser transitorio debido a la presión de otros rubros que continúan en alza.
Entre los productos que registraron descensos, se destacan frutas estacionales, cortes de verduras de alta rotación y categorías puntuales de lácteos que habían acumulado subas significativas en semanas anteriores. Los analistas señalan que la combinación de una mayor oferta, mejoras logísticas y factores estacionales contribuyó a esta moderación. No obstante, remarcan que los descensos no alcanzan para compensar el impacto de aumentos en otros sectores clave del consumo masivo.
Los rubros transporte, servicios regulados y mantenimiento del hogar continúan presionando al alza. La actualización de tarifas de transporte urbano, junto con el incremento de costos operativos en servicios esenciales, marca una tendencia que podría trasladarse de manera sostenida al índice general de precios en las próximas semanas. Además, algunos servicios privados vinculados a salud y educación también mostraron variaciones ascendentes que alertan sobre una posible recomposición tarifaria más amplia.
Los hogares de ingresos medios y bajos continúan siendo los más afectados por la volatilidad de los precios. Si bien la baja en alimentos alivia parcialmente el presupuesto cotidiano, el peso creciente de servicios y transporte compensa ese respiro. Las consultoras que siguen la evolución inflacionaria señalan que el comportamiento de los precios sigue siendo heterogéneo, con curvas que alternan semanas de alivio relativo con otras de mayor presión.
En el sector productivo, comerciantes mayoristas y minoristas coinciden en que los movimientos recientes responden a ajustes de oferta y estacionalidad, pero sostienen que la incertidumbre macroeconómica sigue condicionando la formación de precios. Factores como el costo del transporte de cargas, la disponibilidad de combustibles y las fluctuaciones en insumos importados contribuyen a un escenario donde los valores pueden variar rápidamente.
Especialistas consultados afirman que la desaceleración semanal, aunque positiva, no implica un cambio estructural en la dinámica inflacionaria. La persistencia de presiones de costos y la inercia acumulada durante meses anteriores crean un margen acotado para reducciones sostenidas. Sin un proceso más amplio de estabilidad macroeconómica y ordenamiento de precios relativos, las mejoras puntuales se mantienen vulnerables a reversiones rápidas.
© 2025 Octavio Chaparro. Todos los derechos reservados.
Aviso legal: Este texto es obra original de su autor y se encuentra protegido por la legislación internacional de propiedad intelectual. Queda prohibida su reproducción total o parcial, distribución o comunicación pública sin autorización expresa del titular.