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Actualidad Argentina — Información y análisis nacional

Proponen un monorriel sobre la General Paz para aliviar el tránsito en el AMBA

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires confirmó que estudia un proyecto para construir un monorriel elevado sobre la avenida General Paz, con el objetivo de aliviar uno de los corredores viales más congestionados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La iniciativa se enmarca en la búsqueda de nuevas soluciones de transporte masivo en una región donde las demoras ya no se concentran sólo en las horas pico, sino que se extienden a buena parte del día.

La General Paz, que marca el límite entre la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, concentra a diario un flujo de cientos de miles de vehículos que utilizan esta traza para entrar o salir de la ciudad. La propuesta en análisis plantea aprovechar esa infraestructura existente para sumar, por encima de la autopista, un corredor exclusivo para transporte público de alta capacidad, sin reducir la cantidad de carriles actualmente disponibles para autos particulares y camiones.

El esquema que se discute se basa en un sistema de tres niveles. En la parte superior, se proyecta un monorriel elevado que recorra los aproximadamente 24 kilómetros de extensión de la General Paz, desde la zona de Núñez hasta el Riachuelo. En el nivel intermedio se mantendrían los carriles actuales de la autopista, mientras que en el nivel inferior se ubicarían grandes playas de estacionamiento de transferencia, pensadas para que los usuarios puedan dejar allí sus vehículos antes de continuar viaje en transporte público.

El concepto central del proyecto es la intermodalidad: desalentar el uso del auto particular para llegar hasta el centro porteño y ofrecer, en su lugar, una combinación entre automóvil, monorriel y otros modos de transporte ya existentes dentro de la ciudad. La idea es que los pasajeros accedan al monorriel en puntos estratégicos de la traza, viajen por encima de la congestión vial y conecten luego con líneas de colectivo, subte o tren, reduciendo así tiempos de viaje y emisiones asociadas al tránsito.

Según explicaron desde la administración porteña, la propuesta fue presentada a potenciales inversores durante una reciente gira oficial por ciudades de Asia, donde este tipo de infraestructura es frecuente. El objetivo es explorar opciones de financiamiento y modelos de asociación público-privada que permitan encarar una obra de alto costo y complejidad técnica sin sobrecargar las cuentas públicas locales.

Especialistas en transporte urbano consultados por distintos medios consideran que un monorriel sobre la General Paz podría mejorar la oferta de transporte masivo si se integra adecuadamente al resto de la red. Sin embargo, advierten que el diseño deberá contemplar con detalle la ubicación de las estaciones, la conexión con líneas de superficie y subterráneas, y el impacto sobre barrios linderos, tanto durante la construcción como en la operación cotidiana.

Otro punto bajo análisis es la ingeniería necesaria para montar una estructura elevada sobre una autopista ya saturada, sin afectar su funcionamiento. La construcción de columnas, estaciones y accesos exigiría un cronograma cuidadoso para minimizar cortes, desvíos y restricciones de circulación, lo que a su vez implicará coordinación permanente con las autoridades de tránsito de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires.

La iniciativa se vincula, además, con otros proyectos que el Gobierno porteño evalúa para reordenar el transporte en el área metropolitana, como la reconversión de parte de las obras inconclusas del soterramiento del ferrocarril Sarmiento en trinchera y la creación de nuevos corredores de transporte público en superficie. En conjunto, estas propuestas apuntan a reducir la dependencia del auto y a ganar espacio urbano para usos peatonales y ambientales.

Organizaciones vecinales y especialistas en urbanismo plantean que, antes de avanzar con obras de gran escala, será clave garantizar instancias de participación ciudadana y estudios de impacto ambiental rigurosos. Entre los temas que generan mayor preocupación figuran el ruido, la alteración del paisaje urbano, la posible sombra sobre viviendas linderas y la forma en que se resolverán los accesos peatonales y de transporte a las estaciones del monorriel.

Por ahora, el proyecto se encuentra en una fase preliminar de análisis y búsqueda de financiamiento, sin plazos definidos para el inicio de obras. Para la región metropolitana, la discusión vuelve a poner en primer plano la necesidad de soluciones estructurales frente a un tránsito cada vez más denso. El grado de consenso político, social y técnico que logre reunir la propuesta será decisivo para determinar si el monorriel sobre la General Paz se convierte en una realidad o queda limitado al terreno de las ideas.

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