El puerto rionegrino de San Antonio Este concretó una operación calificada como histórica para la industria energética argentina: la descarga de 10.000 toneladas de caños de acero destinados al primer gasoducto que alimentará un buque de gas natural licuado (GNL) en el país. Se trata del primer embarque crítico de tuberías para el proyecto de GNL que impulsa Southern Energy, concebido para exportar gas desde la Cuenca Neuquina hacia los mercados internacionales a través de una unidad flotante de licuefacción fondeada frente a la costa patagónica.
El carguero Billion Star arribó al muelle con 2.209 caños de distintos diámetros, según el detalle oficial del operativo. Las piezas, fabricadas con especificaciones técnicas aptas para soportar alta presión y condiciones ambientales severas, conforman el tramo que vinculará el sistema gasífero nacional con la infraestructura marítima del proyecto. La descarga, supervisada por autoridades provinciales y municipales, se realizó de manera continua durante varias jornadas, en coordinación con la terminal portuaria y las empresas logísticas involucradas.
De acuerdo con el cronograma difundido, los caños permanecerán de manera transitoria en un área de acopio dentro del predio portuario, hasta que se complete el acondicionamiento del obrador donde se montará el frente de obra principal. Una vez finalizadas las tareas de adecuación del sitio y de los accesos viales, comenzará el traslado por camión hacia la traza del futuro gasoducto, que deberá atravesar distintos puntos de la geografía rionegrina hasta conectarse con la red troncal de transporte de gas.
El gasoducto formará parte del proyecto Argentina FLNG, la iniciativa que prevé instalar una o más unidades flotantes de licuefacción acoderadas en la costa de Río Negro para transformar en GNL el gas proveniente del sistema nacional. Desde allí, el combustible será cargado en buques metaneros destinados al mercado externo, en una apuesta por convertir a la Argentina en un exportador relevante en el segmento del gas natural licuado, aprovechando el potencial de los yacimientos no convencionales.
La operación en San Antonio Este fue presentada por las autoridades locales como una señal concreta de avance del proyecto. En el puerto estuvieron presentes el intendente de San Antonio Oeste, legisladores provinciales y representantes del gobierno rionegrino, que destacaron el impacto que tendrá la obra en términos de empleo directo e indirecto, tanto en la etapa de construcción como en la posterior fase operativa del sistema de GNL.
En el plano logístico, el operativo requirió el uso de dos grúas instaladas a bordo del propio buque, equipamiento de izaje especial y personal capacitado para la manipulación de piezas de gran porte. Cada caño, de varias toneladas de peso y hasta doce metros de longitud, fue descargado bajo protocolos de seguridad específicos, coordinados entre la empresa naviera, la concesionaria del puerto y las firmas contratistas encargadas del transporte terrestre. La secuencia fue seguida de cerca por equipos técnicos de la compañía y por inspectores de la autoridad portuaria.
La magnitud del embarque y el carácter estratégico del gasoducto renovaron el debate sobre el rol que jugará el GNL en la matriz energética argentina durante los próximos años. Por un lado, el proyecto abre la posibilidad de sumar divisas por exportaciones en un contexto de necesidad de dólares para sostener el programa económico. Por otro, implica decisiones de largo plazo en infraestructura y contratos, que deberán convivir con los desafíos de la transición energética global y con la discusión sobre cómo reducir las emisiones sin resignar competitividad.
Especialistas en energía señalan que la infraestructura en marcha busca aprovechar la disponibilidad de gas a gran escala en la Cuenca Neuquina, al tiempo que diversifica las rutas de salida de la producción. La combinación del gasoducto hacia el puerto rionegrino y la unidad flotante de licuefacción permitiría exportar volúmenes significativos sin esperar la construcción de plantas terrestres, que demandan plazos más largos y mayores inversiones. Sin embargo, advierten que el éxito del esquema dependerá de la estabilidad regulatoria y de la evolución de la demanda internacional de GNL.
En la región, la llegada del Billion Star y el movimiento incesante de caños en el puerto ya se sienten en la economía local. Comercios, servicios de alojamiento, transporte y logística reportan un aumento de la actividad vinculado al flujo de técnicos, operarios y personal especializado que participan del proyecto. Las autoridades rionegrinas esperan que, a medida que se intensifique la construcción del gasoducto y se sumen nuevas etapas de obra, el derrame se consolide en generación de empleo formal y en obras complementarias de infraestructura vial y portuaria.
Al mismo tiempo, organizaciones ambientales mantienen la atención sobre el desarrollo del proyecto. Plantean interrogantes sobre el impacto en la costa rionegrina, la circulación de buques de gran porte y la huella de carbono asociada a la expansión del GNL. El debate se inserta en una discusión más amplia sobre el lugar del gas en la transición energética: mientras unos lo consideran un combustible puente hacia matrices más limpias, otros advierten que nuevas inversiones de gran escala pueden consolidar la dependencia de los hidrocarburos por décadas.
La descarga de las 10.000 toneladas de caños en San Antonio Este representa, en cualquier caso, un hito visible del avance del proyecto de GNL. A partir de ahora, el foco estará puesto en la velocidad con la que se construya el gasoducto, en la definición de los contratos de exportación y en la capacidad del país para transformar este salto de infraestructura en un flujo sostenido de inversiones, empleo y divisas. En un contexto económico exigente, el desafío será que la etiqueta de “operación histórica” se traduzca en beneficios concretos y duraderos para la Argentina.
© 2025 Octavio Chaparro. Todos los derechos reservados.
Aviso legal: Este texto es obra original de su autor y se encuentra protegido por la legislación internacional de propiedad intelectual. Queda prohibida su reproducción total o parcial, distribución o comunicación pública sin autorización expresa del titular.