Las empresas de transporte urbano del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) advirtieron que el sistema atraviesa una situación financiera crítica debido al aumento sostenido de costos operativos y a la caída de la recaudación por menor demanda. El sector señala que la ecuación económica continúa deteriorándose, lo que podría impactar en las frecuencias, el mantenimiento de unidades y la continuidad de algunos servicios.
Los operadores explican que el incremento del precio del combustible, junto con subas en repuestos, neumáticos y seguros, generó un salto en los costos diarios de operación. A esta situación se suma el encarecimiento de servicios asociados como talleres, insumos mecánicos y logística, que afectan el funcionamiento de las empresas incluso durante períodos de menor actividad.
Paralelamente, la recaudación se vio afectada por una disminución en la cantidad de pasajeros transportados. La combinación de hábitos laborales más flexibles, menor actividad comercial en ciertos horarios y ajustes en los patrones de movilidad provocó una reducción de ingresos que se mantiene desde hace meses. Las empresas sostienen que este descenso, aunque moderado, impacta de manera significativa en un sistema que depende del equilibrio entre boletos vendidos y costos operativos diarios.
Los operadores del sector también remarcan que la brecha entre los costos reales y los ingresos continúa ampliándose. Si bien algunos esquemas de compensación financiera buscan cubrir parte de los desbalances, representantes de cámaras empresarias afirman que resultan insuficientes para sostener el nivel de servicio. Señalan, además, que la volatilidad económica dificulta proyectar inversiones en renovación de flota o mejoras tecnológicas.
El Gobierno analiza opciones para evitar un deterioro mayor en la calidad del transporte público. Entre las medidas en evaluación se encuentran actualizaciones segmentadas de tarifas, revisión de los esquemas de compensación y programas de asistencia focalizada para empresas de menor escala. Sin embargo, autoridades advierten que cualquier decisión deberá considerar el impacto social en millones de usuarios que dependen del sistema para sus actividades diarias.
Analistas del sector del transporte advierten que, sin un reordenamiento de costos y una planificación coordinada, el sistema podría enfrentar mayores tensiones en los próximos meses. Plantean la necesidad de estrategias integrales que incluyan mejoras de infraestructura, nuevos modelos de movilidad y una actualización gradual del esquema tarifario para sostener la continuidad del servicio.
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