La petrolera estatal YPF anunció la firma de un acuerdo de largo plazo, en asociación con Vista, Shell Argentina y Equinor, para exportar petróleo no convencional desde la formación Vaca Muerta hacia la empresa nacional de energía de Chile, ENAP. El entendimiento consolida a la cuenca neuquina como uno de los polos de producción más dinámicos de la región y abre una nueva etapa en la integración energética entre ambos países.
Según detallaron desde la compañía, el contrato tendrá vigencia hasta 2033 e incluye un volumen inicial de hasta 70.000 barriles diarios de crudo shale que se enviarán desde la Patagonia argentina hacia refinerías chilenas. A valores de mercado actuales, el acuerdo podría aportar alrededor de 12.000 millones de dólares en ingresos a lo largo de todo su período, constituyéndose en una de las operaciones de exportación más relevantes del complejo hidrocarburífero argentino de los últimos años.
El esquema supone que YPF y sus socios en Vaca Muerta aporten el petróleo producido en campos no convencionales de la cuenca neuquina, mientras que ENAP asegurará la demanda de largo plazo para abastecer su sistema de refinación del otro lado de la cordillera. De esta manera, se combinan la capacidad productiva en expansión de Argentina con la necesidad de contar con un suministro estable y competitivo para el mercado chileno de combustibles.
En el plano macroeconómico, el acuerdo suma un nuevo flujo de exportaciones en dólares en un contexto en el que el Gobierno nacional busca fortalecer el ingreso de divisas genuinas y diversificar la canasta de productos vendidos al exterior. Los embarques regulares de crudo no convencional permitirán incrementar el saldo comercial energético, reducir la dependencia de importaciones en momentos de mayor demanda regional y, al mismo tiempo, consolidar a Vaca Muerta como una plataforma de generación de dólares a largo plazo.
Desde el punto de vista de la infraestructura, la operación se apoya en el desarrollo de ductos y terminales que conectan los yacimientos de la cuenca neuquina con los puertos de exportación. La utilización más intensa de estos corredores logísticos tiende a mejorar la eficiencia del sistema, reducir costos unitarios y facilitar futuros proyectos, tanto para ampliar la capacidad de transporte de crudo como para nuevas inversiones en gas y derivados vinculadas a la demanda regional.
Para YPF y el resto de las operadoras involucradas, el acuerdo también tiene un fuerte componente estratégico. Contar con contratos de venta de largo plazo en el exterior permite planificar con mayor previsibilidad las curvas de producción, sostener el ritmo de inversión en perforación y fractura de pozos no convencionales, y avanzar en la incorporación de nuevas tecnologías que eleven la productividad por pozo. Esto, a su vez, fortalece la competitividad de Vaca Muerta frente a otras cuencas de petróleo y gas no convencional del mundo.
En Chile, la posibilidad de acceder de manera estable a crudo producido en la región contribuye a diversificar la matriz de proveedores y a reducir riesgos vinculados a la volatilidad de los mercados internacionales. La cercanía geográfica y la complementariedad de infraestructuras entre ambos países generan ventajas logísticas frente a alternativas de abastecimiento desde otros continentes, lo que se traduce en menores costos de transporte y una mayor seguridad de abastecimiento para el sistema de refinación trasandino.
La firma del acuerdo se inscribe, además, en un contexto de transición energética en el que los países de la región se enfrentan al doble desafío de asegurar el suministro de combustibles en el corto y mediano plazo, mientras avanzan en la incorporación progresiva de fuentes de energía de menor huella de carbono. El petróleo no convencional producido en Vaca Muerta, con estándares crecientes de eficiencia y control ambiental, se posiciona como un insumo relevante para acompañar ese proceso de transición, especialmente cuando se lo integra con proyectos de gas natural y energías renovables.
En el plano político y regional, el entendimiento entre YPF, sus socios privados y ENAP envía una señal de cooperación entre Argentina y Chile en materia de integración energética. El fortalecimiento de los flujos de comercio de hidrocarburos puede facilitar, a futuro, acuerdos más amplios en transporte, almacenamiento, intercambio de información técnica y coordinación regulatoria, creando un marco más previsible para nuevas inversiones binacionales.
Con este paso, Vaca Muerta consolida su rol como motor de la ampliación de la frontera exportadora argentina. El desafío a partir de ahora será sostener el ritmo de inversión, asegurar condiciones macroeconómicas estables y avanzar en una planificación de largo plazo que permita aprovechar al máximo el potencial del yacimiento, tanto para mejorar la balanza energética como para generar empleo, tecnología y desarrollo en las provincias productoras. La articulación entre sector público, empresas privadas y países vecinos será determinante para que acuerdos como el firmado con ENAP se traduzcan en beneficios duraderos para la economía nacional.